MATZIA

MATZIA

Audiopostal de la selva para escuchar en la ciudad

 

Matzia significa bien, gracias y bonito en curripaco, un pueblo originario de la orinoco-amazonia colombiana. Es la primera palabra que aprendí y posiblemente la que mejor expresa lo que quiero decir. 

 

El proyecto propone elaborar una audioguía que permitirá experimentar auralmente (a través del sonido) instrucciones poéticas y paisajes sonoros de la selva amazónica generando una realidad sonora que interfiere con la sonoridad local  y el paisaje urbano, para reflexionar en y desde la práctica de escucha, sobre lo desconocido, lo distinto, aquello que permanece usualmente velado. Este proyecto se sitúa a medio camino entre el paseo sonoro y la dramaturgia experimental. El objetivo es diseñar un recorrido en el que cada participante escucha mientras camina, un relato con instrucciones, preguntas y paisajes sonoros de la selva en confrontación con la calle y su realidad concreta. La narrativa propone situar a quien escucha en la reflexión en torno a la naturaleza y la ciudad, lo salvaje como aquello que no está domesticado, colonizado, desde un aspecto macro (externo) la ciudad hasta lo mínimo, (interno) en el cuerpo. El objetivo es configurar una experiencia sensible a partir de una dramaturgia experimental abordando otros formatos posibles del acontecimiento escénico en tanto acción colectiva y encuentro. 

 

Este proyecto se deriva de la Residencia Itinerante Abejas TAPIOCA 2020-2021, impulsada por la corporación TAPIOCA.  La propuesta comprendía una indagación en las comunidades en torno a la noción de hogar, como puntapié para reflexionar sobre el desplazamiento, la identidad y la memoria, así como la recopilación de diversos materiales documentales como entrevistas, testimonios y  paisajes sonoros del lugar. Realizamos un recorrido por diversos resguardos indígenas, principalmente pertenecientes al pueblo curripaco, en las riberas del Río Inírida, en el departamento del Guainía, en la Orinoco-amazonia de Colombia; un territorio caracterizado por la diversidad cultural y el desplazamiento generado en las últimas décadas por el conflicto armado, los sistemas de producción ilegales y otras prácticas agropecuarias foráneas.

 

Durante esta experiencia se generó la base material para la construcción de una pieza escénica en torno a la migración, sin embargo en el proceso de revisión de archivo, también surgió la necesidad de rescatar las reflexiones en torno a cómo los proyectos desarrollistas asestan contra los territorios naturales, incluidos los resguardos indígenas, como  consecuencia del avance de la lógica urbana, capitalista y neoliberal y sus terribles prácticas como la minería, la violencia, la deforestación, la colonización, y cómo estas prácticas quedan veladas en el ámbito urbano, en donde existe un borramiento de las problemáticas sociales y ambientales que genera este andamiaje capitalista. A través de textos rescatados en la bitácora, y materiales de audio, de conversaciones, y paisajes sonoros del territorio, nos proponemos generar una audiopostal de la selva, que lleve a la reflexión sobre las relaciones colonialistas que operan en el territorio de la orinoco-amazonia. Reflexionar sobre las transformaciones del entorno, todas las ciudades fueron otra cosa antes de ser ciudad.  ¿Cómo serían tus recuerdos si las ciudades hubieran tomado un camino más cercano a la naturaleza?  ¿Cómo serían los mapas, si volviéramos el tiempo y Latinoamérica no fuera colonizada? ¿Qué sería de nosotrxs si fuéramos un poquito más de selva y menos de humanos? 

 

Nos interesa investigar el sonido, como herramienta de encuentro, actuar desde la perspectiva de la posibilidad, no son los ojos que escuchan y es por ello que pensamos el oído como un sentido más neutro, y quizá más empático. La narración oral, el radioteatro así como otras referencias artísticas en el campo del arte sonoro y la performance, como la deriva y al arte situacionista dan cuenta de la potencia de lo sonoro, como informante objetivo de otra realidad, de una cultura, un pueblo, una comunidad, así como su posibilidad de transportarnos a otros entornos, asimismo las prácticas somáticas abren una posibilidad de contacto con el cuerpo, de dirigir nuestra atención a aspectos más internos, a través del movimiento y la propercepción